Ubicada en las provincias de Esmeraldas y Manabí, esta reserva natural es una de las últimas selvas tropicales vírgenes de la costa ecuatoriana. Hay una biodiversidad muy alta. Mache-Chindul es una de las áreas protegidas más recientes. Su nombre proviene de la cadena montañosa que se eleva en medio del parque. El estado ecuatoriano protege esta zona, argumentando que es donde se encuentran las áreas de bosque nativo más importantes de la región costera. Esto a pesar de la presión constante para desarrollar el bosque.

Es una zona montañosa con mucha agua que alimenta los grandes ríos de Manabí (el Cuaque, Cojimíes y Cheve) y de Esmeraldas (el Muisne, Atacames, Tiaone y Dógola). Incluso en los períodos más secos del año, hay nubosidad en las zonas más altas de la reserva.

La zona siempre ha estado en manos de los habitantes afro de la provincia de Esmeraldas y de los indios Chachi. La presión que ejercen las empresas madereras sobre el parque amenaza así no solo los recursos naturales sino también los culturales de la zona.

A pesar de sus paisajes exóticos, con cascadas y lagos rodeados de bosques vírgenes, como a lo largo del Río Ene o en Boca de Tasone, el gran valor del parque radica en su enorme biodiversidad.

Es difícil ingresar a la reserva, especialmente cuando llueve. Incluso puede ser imposible entre enero y julio (la temporada de lluvias en esa zona). Dado que no hay instalaciones o infraestructura en la reserva, solo es posible visitarla con un guía sólido.

El camino de Santo Domingo de los Colorados a Esmeraldas pasa por el pueblo de Quinidé. Cerca de Quinindé, por la misma vía principal, se encuentra la entrada al pueblo de Herrera, desde donde una carretera conduce a la Y y al lago (la Laguna). Teniendo en cuenta las condiciones climáticas, es posible llegar al Estero Plátano e incluso a la desembocadura del Río Taguales, en el límite del parque. Este es el acceso más práctico y desde aquí también se puede llegar al parque privado Bilsa.

Existen otras formas de ingresar al parque desde Esmeraldas, Atacamos o Muisne, pero estos accesos son muy impredecibles y complicados.

Desde Esmeraldas se puede llegar al Río Ene con gran dificultad, al norte del parque.

Otra opción es seguir el río desde Atacames hasta un pueblo llamado Unión de Atacames, antes de llegar al caserío de Santa Teresa, no lejos del límite del parque. Desde aquí puede organizar una dura caminata con mulas hasta el parque.

Desde Muisne, puede tomar una lancha y navegar por el río Boca del Sucio hasta la comunidad Chachi de San Salvador. De esta manera también se llega a los límites del parque.